"Aparte de esta lengua, tenemos otra lengua diferente,
aparte del infierno y del edén, tenemos otro sitio diferente;
viven por otra Alma los corazones libres,
esa perla preciosa de su ser es de otra mina diferente."
(Mevlana Jalaluddin Rumi)
Háblase de un Creador... que creó los seres para destruirlos.
¿Por qué los feos? ¿Por qué los hermosos? ¿Quién es de esto
responsable? No entiendo nada...
No marcha firme por el Camino el hombre que no recogió el
fruto de la Verdad. Si pudo arrebatarlo al árbol de la Ciencia
sabe que los días pasados y los días por venir en nada
difieren del alucinante día de la Creación.
Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, esfuérzate
por ser feliz hoy. Coge un cántaro de vino, siéntate a la luz de
la luna y bebe pensando en que mañana quizás la luna te
busque en vano.
Esta noche, o mañana, no existirás. Es éste el instante de
pedir un vino color de rosa. Insensato: ¿te comparas a un
tesoro y crees que los ladrones piensan violar tu tumba para
robar tu cadáver?
Tal aroma de vino emanará de mi tumba, que los transeúntes
se embriagarán. Tal serenidad rodeará mi fosa, que los
amantes no se podrán alejar.
¡Un poco más de vino, amada mía! Tus faces no tienen aún el
brillo de las rosas. ¡Un poco más de tristeza, Khayyám! Va a
sonreírte tu bienamada.
¡Cuán mísero el corazón que no sabe amar, que no puede
embriagarse de amor! Si no amas, ¿cómo podrás comprender
la luz enceguecedora del sol y la suave claridad lunar?
Derviche: ¡Despójate de esa veste estampada de que te
ufanas y que al nacer no trajiste! ¡Cúbrate el manto de la
pobreza! Te negarán el saludo los peregrinos, pero un coro
de serafines cantará en tu pecho.
Tenía sueño. La sabiduría me dijo: "Nunca las rosas de la
Felicidad perfumaron el sueño de nadie. En vez de
abandonarte a este hermano de la Muerte, ¡bebe vino!
¡Tienes la eternidad para dormir!"
Más allá de la Tierra, más allá del Infinito, buscaba yo el
Cielo y el Infierno. Pero una voz grave me dijo: "El Cielo y el
Infierno están en ti".